EL REY VIVE

SACADO DE UN BLOG, ENTRADA DE SEP-2008.

Yo desayuno con Elvis.

Como todas las mañanas antes de ir al curro me tomo mi café con leche en el bar de la esquina, debajo mismo de mi casa.
No es un bar especialmente tentador, no es uno de esos que te hace entrar por su ambiente, ni por su pedazo de camarera ni por su música, de hecho la música ambiente de este bar la tienes que pagar. Una jukebox, a la cual no me atrevo ni a arrimarme para ver su contenido musical, descansa en la misma entrada del local.
-Buenos días Izquierdo.
-Buenos días chaval- me responde todas las mañanas. Lo de Izquierdo no tengo ni idea de por que, me lo presentaron así, algún día se lo preguntaré, pero no es unos de eso tíos a los que les guste entablar conversación, quizás por eso desayuno aquí…
-Buenos días chico…- me olvidaba de El. También como todas las mañanas me saluda despreocupadamente desde el fondo de la barra. Es fácil oírlo por que no hay nadie en todo el local y también por que tiene una voz bastante grave.
Me siento a su lado esperando que Izquierdo me sirva el café con leche.
-Me gusta tu moto chico, yo tuve una parecida, pero ahora seria la abuela de la tuya…tenía muchas motos,- trago al Bourbon que estaba descansando su aroma sobre la barra-y también coleccionaba coches…
- ¿A si?
Este tío siempre me ha llamado la atención. Es muy carismático, de esos que cuando los ves te dan la impresión de que tienen mucho que contarte. Físicamente es impresionante. No diría gordo, diría grande.
Lo que más me llamó la atención es que siempre va con gafas de sol, un poco pasadas de moda eso si, unas patillas de lo más pobladas que e visto y una especie de flequillo formando una visera. Un Personaje vamos.

No me habla mucho, solo cuando le sale de los cojones, pero no me molesta. Es una lastima, pero no tengo tiempo de escucharlo mucho, así es que cuando me tomo de un trago el café con leche del Izquierdo servido con desgana, pago y me largo por la puerta.
- Hasta luego.
- Hasta luego chaval- me despide el Izquierdo sin ni siquiera mirarme y recogiendo ya la taza utilizada, ¿será la única taza que tiene y la lava para ponérmela todas las mañanas? Duda.
- Hasta luego chico…- me despide como siempre El.
Un día mi chica pasó por delante del cristal, y cuando nos vimos por la noche me dijo:

-¿Que hacias hablando con Elvis en la barra de ese bar de mierda?.
- Pues eso, voy a ese bar para estar con Elvis.