Mientras en Bilbao el día presagiaba lluvia cuatro valientes comandados por el Mariscal Ander nos fuimos sin temor a conquistar las tierras altas.

Los valles inundados de lluvia pero para los montaraces nuestro sitio natural son las cumbres.

Tuvimos la oportunidad de ver la coleta plateada del hada más traviesa de Cantabria.

Y aún así también nos sacamos fotos.

Y hasta los jóvenes líderes pudieron ascender grandes cumbres sin temor ninguno.

La naturaleza nos enseñó que donde estábamos le pertenece, por eso nos vigilaba atenta.



Y a última hora nos enseñó quién es el que manda, para que no se nos olvide que es ella la que parte el "bacalao".
Dedicado con mucho cariño a mí amigo el "cierra bares".