
Este es el mejor perro del mundo, mí último perro. No creo que vuelva a tener otro por que no creo que acabe viviendo en una casa con jardín, pero quién sabe. El pobre se llevo alguna torta que otra... pero es que tenía mucho carácter.
Bueno pues la foto viene a cuenta de la morrilla; que cuando entra entra y es lo que tiene. Estaba escaneando alguna que otra foto vieja y pasa lo de siempre que empiezan a salir recuerdos y te pones tierno.
Es que por muy alicates que seamos tenemos un corazón del copón. Cuidarse y haber si os animáis a escribir un poquito que no comentáis n´a de n´a.